Esta planta es la única trepadora del género Aristolochia. La palabra Aristolochia deriva del griego Áristos, que significa excelente y lochia, que significa relativo al parto y alude a su antiguo uso en obstetricia. La especie fotografiada es Aristolochia baetica, que tiene tallos sufruticulosos. Las hojas son pecioladas, cordado-reniformes y, generalmente, escotadas en el ápice.
Las flores son pedunculadas y solitarias. Al igual que en todo el género destacan por la rareza de su aspecto. Son flores zigomorfas, con el perigonio en forma de tubo curvado y protoginas (maduran antes las partes femeninas que las masculinas). La flores tienen olores que atraen a los insectos polinizadores. Una vez que el insecto está dentro, los pelos rígidos del tubo de la flor le impiden la salida hasta que el polen, traído por el insecto desde otra flor, produce la fecundación. Entonces maduran las partes masculinas, evitándose así la autofecundación. El insecto se vuelve a impregnar de polen y los pelos pierden rigidez, permitiendo la salida del insecto polinizador.
Esta curiosa planta la fotografié en La Cimbarra (Jaén) y es característica de Andalucía y Levante. Es propia de matorrales y bosques, donde la observamos enredada en la maleza.
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