Este arbusto o árbol de la Fam. Leguminosae sorprende en el otoño por sus frutos (legumbres) papiráceos e inflados. En su interior hay semillas negruzcas, que se sueltan cuando están maduras, de modo que el viento al mover el fruto hace que suene, de ahí algunos de los nombres vulgares de esta planta. Las hojas son compuestas imparipinnadas con los foliolos elípticos. En estos días se han caído o las vemos amarilleando, a punto de caer, por lo que en el árbol destacan aún más los frutos.
Son plantas características de suelos calcáreos en encinares, quejigares y hayedos. Los arbolitos de las fotos corresponden a ejemplares de los encinares en las lagunas de Ruidera hace unas semanas.