Esta hierba vivaz de la famila Fabaceae se caracteriza por el olor un tanto desagradable de sus hojas a betún o alquitrán. Bastantes de sus nombres vulgares aluden a esta característica. También hacen referencia al parecido de sus hojas a las de los tréboles, ya que son hojas imparipinnadas con tres folíolos. Las dos palabras que forman el nombre científico de la especie derivan de la palabra latina bitumen que significa betún.
Las inflorescencias se encuentran al final de un pedúnculo largo. Están formadas por de 15 a 25 flores, que dan lugar a una inflorescencia densa y globosa. La flor es la típica de las fabáceas o papilionáceas. Son flores hermafroditas que tienen cáliz peloso y corola (estandarte, quilla y alas) de color azul violeta. Son polinizadas por insectos (entomófilas).
Tiene importancia como planta forrajera, por su interés farmaceútico y por su utilidad para estabilizar suelos degradados o contaminados con metales pesados.
Es típica de ambientes nitrificados como linderos de bosques o cunetas, principalmente sobre terrenos arcillosos y calizos. Las de las fotos corresponden a ejemplares al borde de un camino en las Lagunas de Ruidera.
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