Hypericum perforatum es una hierba perenne de la familia Gutíferas o Hypericaceae. Destaca por las glándulas translúcidas que dan un aspecto perforado a sus hojas y a ello hace referencia el epíteto específico de la especie, perforatum. En algunos lugares recibe el nombre de espantadiablos porque se creía que colgando en las casas ramitas de esta planta se ahuyentaba a los malos espíritus. Otro de sus nombres vulgares es hierba de San Juan, debido a que el comienzo de su floración es aproximadamente por esa fecha.
Es una planta que alcanza como máximo un metro de altura y sus tallos tienen pequeñas glándulas negras. Sus flores son hermafroditas con cinco sépalos y cinco pétalos amarillos, que pueden presentar glándulas negras dispersas. Presenta tres o cuatro fascículos de estambres y el gineceo tiene tres estilos.
Tiene numerosas aplicaciones medicinales (cicatrizante y antiséptica) y se estudia actualmente por sus propiedades como ansiolítico y antidepresivo. Se conoce que el tratamiento con esta planta produce fotosensibilización, provocada por la hipericina de las glándulas negras, que actúa como pigmento fotosensibilizador.
Es una planta ruderal, que alcanza grandes densidades en las cunetas, bordes de caminos y cultivos abandonados. También aparece en los claros de matorrales y bosques, al igual que cerca de cursos de agua. Aparece sobre muy distintos suelos (indiferente edáfica). Las de las fotos corresponden a zonas aclaradas de bosque en las Lagunas de Ruidera pero las podemos observar limitando muchos caminos de nuestro entorno.