En los alrededores del pantano de la Cabezuela (Cózar, Ciudad Real) nos encontramos esta planta herbácea de la familia Typhaceae, junto a otras plantas propias de los humedales como el carrizo.
Esta planta es propia de terrenos encharcados o húmedos. Existen tres especies, T. dominguensis, T. latifolia y T. angustifolia, que pueden hibridar entre sí. La T. dominguensis es más resistente a la contaminación y salinización de los suelos, por lo que su área de distribución está aumentando.
Destacan por la forma de puro de las inflorescencias cilíndricas y densas. La masculina está en la parte superior y se seca tras liberar el polen. También son llamativas sus largas hojas con forma de espada.
Los rizomas o tallos subterráneos le permiten colonizar rápidamente las orillas de los humedales.
Las hojas se pueden utilizar para tejer distintos utensilios. Las inflorescencias se utilizan para elaborar centros de flores secas.
En la foto las vemos ya en su estampa otoño-invierno. Aunque observamos como las semillas se ayudan de pelos para su dispersión por el viento, su reproducción más eficaz es la vegetativa mediante sus rizomas.