Estos días disfrutamos de paisajes como estos en los alrededores de Alcaraz. Se pueden observar los colores otoñales del chopo negro (Populus nigra), con sus tonos amarillos, y de las cornicabras (Pistacia terebinthus), con sus tonos más rojizos.
En la cornicabra (Familia Anacardiaceae) destacan las agallas, a modo de cuernos de cabra, que forma la planta como consecuencia de la picadura de un insecto para hacer la puesta. Generalmente la picadura la realizan pulgones del G.Pemphigus, en concreto P.cornicularis. Podemos también observar sus hojas imparipinnadas y sus frutos en drupa, que son rojos, volviéndose negros cuando maduran en verano. Este arbolillo o arbusto, típico del mediterráneo, se ha usado para obtener la trementina. La cornicabra o terebinto es típica en laderas rocosas y en encinares sobre suelo calcáreo.
Los chopos negros nos marcan los cursos de ríos y arroyos, aunque también son frecuentes en los caminos y jardines. Es una especie muy cultivada desde la antigüedad, por lo que es difícil diferenciar su distribución natural. Se caracteriza por sus hojas de forma romboidal a triangular, sin pelos. Es una especie de la familia salicaceae. Es dioica, es decir, hay pies de planta masculinos y femeninos, con inflorescencias en amentos. Necesita humedad en el suelo y tolera períodos de inundación. Es frecuente la reproducción vegetativa, a partir de fragmentos, y en jardinería por esquejes.