Esta compuesta nos puede pasar desapercibida entre los numerosos cardos que se adueñan de nuestros campos en verano pero si nos fijamos con detenimiento sus temibles brácteas espinosas se disponen formando estrellas alrededor de sus capítulos rosados o morados. Sus tallos pueden ser extendidos o ascendentes pero forman grandes masas floridas impenetrables. Sus hojas son lanceoladas con lóbulos dentados en las basales que desaparecen en las superiores. Es una hierba anual típica de baldíos y bordes de caminos. Centaurea calcitrapa debe su epíteto específico a la palabra latina "caltrops" que alude a un arma de guerra consistente en bolas de hierro con púas unidas por una cadena. Las fotos las realicé en el borde de un camino junto al arroyo Lavacapachos en una de las calurosas tardes de Julio.
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